martes, 30 de agosto de 2016



El Yoga Artístico (Kala Yoga) es un método en el cual el practicante expresa libremente su espíritu conectando su parte artística con el Yoga. Toma el arte como la máxima posibilidad de espiritualidad del ser humano y lo integra a las diferentes técnicas del Yoga. El practicante del Yoga Artístico y el artista tienen la similitud de alcanzar un estado pleno de conexión con lo que se está realizando, desde la libertad de expresar artísticamente sus sentimientos y emociones.






lunes, 29 de agosto de 2016

Son cuatro estilos los que componen el Yoga Artístico (Kala Yoga):


  • Yoga Artístico Coreográfico: kramaji o serie de posturas (Asanas) en donde la expresión espiritual del practicante es acompañada por la música. Las posturas se realizan con fluidez, delicadeza, ritmo y coordinación, uniéndose a través de enganches o pasajes. Integra también técnicas como la marcación mental (Matra), los Dristis y Ekagrata (concentración), la ejecución del Mudra corporal y de manos, y las posturas de cara (Mukhasanas). Se trata de un poema corporal de asanas, una obra de arte realizada con el cuerpo. Esta variante del Yoga Artístico es también una disciplina del Yoga Deportivo, en la que los practicantes utilizan sus técnicas para competir, ya sea individualmente o en duplas.



  • Yoga Artístico Musical: se recitan Mantras, Bhajans (cantos devocionales) o Kirtans con música, y se suele acompañar con una coreografía de Yoga.



  • Yoga Artístico Teatral: se trata de una obra de teatro en la que hay actuación, música, Bhajans y Kramajis. Esta obra busca transmitir algún mensaje espiritual para la mente racional, pero también intenta llegar más allá para crear un estado de meditación, concentración y plenitud, tanto en los actores como en los espectadores, donde el espíritu se conmocione y logre liberarse.



  • Yoga Artístico de Pinturas, Dibujos, Mandalas y Yantras: se colorean Yantras, Mandalas, Ishvaras (representaciones simbólicas) con el fin de expresar el mundo sentimental y emocional del practicante. 


    domingo, 28 de agosto de 2016


    (Técnicas para llegar al Samadhi)

    1. Asana (Postura de Yoga)
    2. Pranayama (Control de la energía)
    3. Swara Yoga (Respiración yóguica)
    4. Ekagrata (Atención)
    5. Dharana (Concentración)
    6. Samgita/Nada (Música externa e interna)
    7. Mudra (Sello y gesto de Yoga)
    8. Sambandha (Enganche)
    9. Bhava (Sentimiento)
    10. Gati Yoga (Movimiento yóguico)
    11. Gatizila Yoga (Yoga dinámico)
    12. Samanvaya (Coordinación)
    13. Tala (Ritmo y timing)
    14. Pravaha (Fluir o fluidez)
    15. Kramaji (Secuencia o serie)
    16. Pravaha Krama (Coreografía de posturas)
    17. Kala Yoga (Actuación o teatro)
    18. Samyama, Dharana, Dhyana y Samadhi (Concentración, meditación y plenitud)

    sábado, 27 de agosto de 2016



    El Yoga Artístico nace antiguamente con el rey de la danza y el arte llamado Nataraj (una encarnación de Shiva) en los Himalayas al norte de la India.

    En la actualidad quien desarrolla, populariza y difunde el Yoga Artístico es Yogacharya Fernando Estévez Griego. Lo crea en el año 1970 en Uruguay, y lo sistematiza en 1985 en París (Francia). En el año 1987 fundó su Escuela Internacional de Yoga Artístico en Montevideo (Uruguay) en la cual estudiaron los primeros profesores y masters de Yoga Artístico de todo el mundo, y en 1989 fundó su escuela en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) para luego hacerlo en diferentes países.

    El Yoga Artístico (en sánscrito Kala Yoga) se volvió un método muy practicado con miles de seguidores. Es considerado el estilo más fino, armonioso, elegante y hermoso del Yoga. Sus coreografías son sentidos poemas corporales, que por medio de la delicadeza y la fluidez expresan los estados de ánimo de quien los ejecuta. 

    El Maestro agregó a la práctica del Yoga Artístico el uso de ropa de colores llamativos (mayas), el ritmo corporal propio de la danza shivaita y la técnica del Swara Yoga. Introdujo los matras o medidas de Yoga y clasificó los diez grados de flexibilidad en cada postura (Dasangas). Clasificó y agregó a su método la velocidad de piernas y tronco, así como la coordinación integrada a la flexibilidad, fuerza y equilibrio.


    Dharmachari Swami Maitreyananda (Yogacharya Fernando Estévez Griego) es  uno de los más destacados maestros de maestros de Yoga y Yogaterapia a nivel mundial. Es considerado una de las principales autoridades de esta disciplina en la actualidad, siendo a nivel internacional un destacado punto de referencia del Yoga.



    viernes, 26 de agosto de 2016


    por Yogacharya Ganesha Nath


    Ser artista también es un arquetipo universal, ya que el arte es una de las potencialidades para la experimentación con que hemos nacido, Pero no es una potencialidad adquirida por una técnica o aprendizaje; ni siquiera por una experiencia personal. Precede a todo esto. El artista está dentro de cada uno, más o menos latente. Sacarlo a la luz, realizarlo, requiere primordialmente una exploración de nuestra dimensión espiritual.

    Sin desmerecer la técnica, su aprendizaje desempeña un papel secundario en un artista. Ante todo, debe abrirse el canal de percepción que permita una expresión libre de la personalidad, libre de la voluntad individual. La obra que realiza el yogui está concluida antes de empezar. La creación de una obra es de carácter cósmico. El creador de la forma es el espíritu. Ni la lógica ni la intuición pueden crear una buena coreografía estando ausente el espíritu. El canal de percepción requiere, como primera medida, ser descubierto y después alimentarlo y ayudarlo para que se desarrolle.

    El verdadero shilping yogui (practicante de Yoga Artístico) no aspira, por ejemplo, a realizar diez equis posturas de Yoga por el resto de su vida, en forma mecánica, hasta lograr que éstas sean técnicamente perfectas. El verdadero artista pretende, sobre todo, ser un medio, un canal de expresión de la creación, de la realidad trascendente e inmanente. La experiencia que recibe en este caso lo transforma y lo trasciende a él y a su entorno.

    A veces encontramos personas que no logran entender la filosofía del Yoga Artístico. Viven en una especie de esquizofrenia más o menos problemática, para sí mismas y cuantos los rodean. A mí entender, les falta dimensión espiritual, reconocer su chispa divina que les permita unir sus dos partes en una experiencia global de vida. Todo el tiempo de su existencia será concebido entonces como el arte de vivir.

    No se puede tener concepciones distintas del arte de fluir a través de una postura y del vivir. El arte siempre es arte y su vía espiritual integra esta dimensión del ser humano.

    Con este "descubrir" y "descubrirse", el practicante desarrollará una gran capacidad de "asombro", y esto es una de las principales fuerzas que hacen avanzar al ser humano. No podemos obligarnos a experimentar ese asombro. Es algo que nos sorprende, llega y llena. La práctica de un arte como vía espiritual proporciona una disposición, una capacidad de dejarnos sorprender.

    El yogui en su camino, a veces tendrá que recurrir al guerrero que habita en él para doblegar el miedo; por ejemplo, a perder la postura, o a "perderse" en ella; a entrar en el juego de lo que puede, o no, gustarle al jurado; a exponerse ante los demás; al desaliento... Tendrá que superar las limitaciones de la personalidad y su deseo de imponerse encerrándonos y no permitiéndonos explorar nuestra verdadera dimensión.

    Por eso tendrá que mantener siempre la actitud correcta: una escucha atenta a la voz del maestro interior, la sencillez, la honestidad, la confianza... Todo ello, claro, sin olvidar nuestra condición de principiantes. Cuando se comienza el sendero es necesario un guía que ya haya recorrido el camino y pueda indicarnos cómo establecer y afianzarse el canal de percepción, y éste sólo puede ser un Yogracharya y los entrenadores que actúan bajo su guía directa.

    El artista que practica su arte está obligado a actuar, pero no es una obligación forzada, sino que nace de la experiencia contemplativa que le aporta su práctica artística. Comienza entonces más a "ver" que a pensar. Cuando uno piensa en algo, puede llegar a entenderlo y explicarlo. El pensamiento lleva a la intelección. Por su parte la contemplación lleva a la acción y el artista no es un intelectual sino un contemplativopor eso las experiencias fuera del espacio-tiempo que le proporciona la práctica de su arte aumenta su capacidad de "ver". Y esa capacidad de ver genera en él una transformación de sí mismo que lo lleva sin duda a transformar su entorno. Esto permite la integración del ser existencial en el ser esencial... ¡Esto es como una gota de agua! El ser existencial sería una gota de agua. El ser esencial sería el agua de la gota... La gota puede cambiar, transformarse, y hasta morir; el agua no. Muchos tienen conciencia de la gota de agua pero no del agua de la gota, y menos todavía de que esta agua es la misma en todas las gotas.

    El Yoga Artístico es una experiencia de unidad y plenitud que nos facilita el viaje que integra uno con todos y todo: este viaje es el de la realización del ser humano. Los invito a sumar su apoyo y a realizar este viaje con nosotros.

    (Nota extraída de la revista Yoga Integral N°80, año 2005.)